Propiedad intelectual del código fuente. ¿Cómo protegerse?
El código fuente de un programa informático está protegido por el Código de la Propiedad Intelectual francés. Como ocurre con cualquier creación, este código fuente puede falsificarse por personas malintencionadas. Pueden adoptarse diversas medidas para protegerlo y preservar así el valor añadido del programa informático o del sitio web.
¿A quién pertenece el código fuente? ¿Y la propiedad intelectual?
Detrás de cada programa informático, de cada aplicación móvil, de cada sitio web, hay un código fuente que permite su funcionamiento. Al igual que con cualquier obra intelectual, como un invento, su propiedad intelectual pertenece a su creador. Es lo que se conoce como derechos de autor. Desde una perspectiva simplificada, hay dos tipos de creadores. El creador puede ser un individuo, como un desarrollador, o una entidad jurídica (empresa comercial, organización, comunidad...).
Además del código fuente, también están protegidos la arquitectura del software, la documentación que lo acompaña y su interfaz.
Además, para ser reconocidos como una creación intelectual, debe demostrarse el carácter original de los programas informáticos y de su código fuente. En otras palabras, debe ser posible probar que el programa informático es el resultado de una aportación intelectual propia, de un esfuerzo realizado por el desarrollador o la empresa propietaria y expresa una opción creativa propia.
Mientras que un desarrollador autónomo posee automáticamente los derechos de su software, un empleado de una empresa cede automáticamente los derechos de autor a la organización que le emplea. La titularidad de la propiedad intelectual del código fuente por parte del empleado sólo es posible tras un acuerdo específico entre él y su empleador. Hay que señalar que existen algunos casos especiales de identificación del autor de una obra que no se tratarán en este artículo.
¿Cómo proteger un código fuente de la falsificación?
Desde el momento en que crean un programa informático, un desarrollador o una empresa posee automáticamente los derechos sobre el mismo. Sin embargo, para evitar la falsificación y el uso indebido del código fuente por parte de terceros, es recomendable adoptar medidas específicas que refuercen la protección del código fuente.
Realizar un depósito de software
Sea cual sea la forma del programa, realizar un depósito de software le permite aportar una prueba irrefutable de la fecha de creación y, por tanto, reclamar su autoría en caso de litigio. Puede realizar este depósito ante un tercero especializado de confianza incluso antes de ofrecer la aplicación al público en general. Es incluso muy recomendable realizar este depósito desde las primeras fases de desarrollo y no olvidarse de realizar actualizaciones periódicas.
De hecho, tras su primer depósito, es aconsejable actualizarlo con cada parche de seguridad o evolución. El tercero de confianza en el que se haya depositado el código fuente emitirá un certificado con sello de tiempo que servirá como prueba en caso de que se cuestione la autoría de su software.
Además del código fuente, las interfaces gráficas de un sitio web, los procesos, los métodos y la documentación técnica, las bases de datos, los sistemas operativos, las imágenes en 3D, los planos y dibujos de videojuegos, etc., también están protegidos por derechos de autor si cumplen la condición de originalidad.
Tómese el tiempo necesario para redactar la licencia de uso del program
Por regla general, los programas informáticos, las aplicaciones para móviles y las aplicaciones web no se venden al cliente. En su lugar, se concede a este último una licencia de uso del software, que le permite beneficiarse de los servicios relacionados con el programa informático. En otras palabras, se informa al cliente de sus derechos y sus límites, especialmente en lo que respecta a la copia y el acceso a los códigos fuente.
Por razones de interoperabilidad, a veces algunos programas informáticos se ven obligados a revelar parcial o totalmente su código fuente a sus clientes. Esto no significa que pierdan sus derechos de propiedad intelectual. Al contrario, un acuerdo de licencia no implica en modo alguno una transferencia de propiedad intelectual y la empresa que publica el software conserva la plena titularidad de sus derechos de autor.
Si el cliente hace un uso indebido del código fuente, aunque sea parcialmente, fuera de los límites impuestos por los avisos legales y el contrato de licencia, se expone a acciones judiciales. En caso de duda sobre los límites de los derechos y usos relacionados con la protección del código fuente de su software, le aconsejamos que se ponga en contacto con un asesor en derecho de propiedad intelectual que podrá orientarle.
Comprobación de la seguridad del software
Ya sea un software para PC/Mac/Linux, una aplicación para móviles iOS/Android, una tienda online o un SaaS (Software as a Service), el código fuente puede suponer una brecha de seguridad y convertirse en la puerta de entrada de los piratas informáticos a sus sistemas.
Para garantizar la ciberseguridad de su programa y proteger a sus clientes, realice tantas pruebas de seguridad como sea posible y siga las recomendaciones de su organismo nacional competente en materia de ciberseguridad para aplicar buenas prácticas de seguridad informática. Si no sabe por dónde empezar, contrate una auditoría de ciberseguridad de una empresa independiente.
Siempre que se detecte una vulnerabilidad, aplíquele un parche de seguridad lo antes posible. Aunque su creación de software se base en parte en software de terceros, especialmente de código abierto, usted es responsable de la totalidad de su producción y de su nivel de seguridad.
Hay que tener en cuenta que el enfoque de ciberseguridad debe ser cíclico: incluso después de que se hayan hecho y publicado los parches, las pruebas deben continuar regularmente para evitar que los piratas informáticos acaben encontrando el fallo en su aplicación y lo utilicen para robar los datos de sus clientes o bloquear sus sistemas.
En resumen: respuestas a sus preguntas sobre la propiedad intelectual del código fuente
¿A quién pertenece el código fuente?
Desde la firma del Convenio de Berna en 1979, las sucesivas decisiones del Tribunal de Apelación y del Tribunal de Casación franceses han permitido determinar que los programas informáticos pertenecen a su creador si este los ha desarrollado individualmente. En una empresa, si los empleados desarrollan un programa en el marco de su función y con los medios de la empresa, la propiedad intelectual del programa pertenece íntegramente a la empresa. Si, por el contrario, un empleado crea una aplicación fuera del horario de trabajo y por sus propios medios, la obra le pertenece sin que el empresario tenga ningún derecho de control, salvo en caso de infracción de su propiedad intelectual. En algunos casos, la atribución del autor a la obra es más compleja (por ejemplo, en el caso de un consultor, o en el caso de coautores) y requerirá la celebración de un contrato de cesión de derechos. En caso de duda, le aconsejamos que se ponga en contacto con su asesor en materia de derecho de propiedad intelectual.
¿Cuál es la definición de código fuente?
La definición de código fuente puede simplificarse como el lenguaje comprensible para el ser humano que se utiliza para crear un programa informático. Esto puede contrastarse con el código objeto, que es el lenguaje comprensible por la máquina. Todos los programas informáticos, aplicaciones móviles, sitios web o incluso SaaS (Software As A Service, en la nube) contienen código fuente.
¿Cómo proteger el código fuente?
La primera protección del código fuente es ante todo jurídica. En efecto, como producción original, está protegido automáticamente por el artículo L112-2 del Código de la Propiedad Intelectual. Por lo tanto, cualquier persona que copie, utilice, traduzca o explote su código o software sin su consentimiento podrá ser objeto de medidas procesales. Puede reclamar una indemnización por los perjuicios sufridos. Para demostrar la autoría de su programa informático, deposítelo ante un tercero de confianza acreditado que le pondrá un sello de tiempo certificado. Este depósito puede realizarse ya en la fase de los primeros prototipos y versiones de prueba del software.
¿Cómo analizar un código fuente?
El código fuente puede analizarse para detectar errores técnicos y corregirlos. También puede analizarse un código fuente para determinar si ha sido plagiado por un programa o sitio de la competencia. La auditoría de un código fuente también puede servir para determinar su nivel de seguridad y la presencia o ausencia de vulnerabilidades conocidas en el código. Los equipos de desarrollo pueden utilizar herramientas como Review Board o Crucible para analizar su código, pero sólo las herramientas de exploración del código fuente, como las que ofrece Vaultinum, revelarán todas las vulnerabilidades de ciberseguridad y propiedad intelectual del código.
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